El microbioma y el cáncer de colon

Nosotros no somos solo nosotros. En cada uno de nuestros cuerpos cohabitan, junto con nosotros, alrededor de 2 kilogramos de microorganismos, sin los cuales, nuestra vida sería imposible.

La colonización de estos microorganismos arranca tan pronto como empieza a formarse el feto en el útero materno. Concretamente, durante la gestación, microorganismos de la madre migran hasta el feto en formación. Dependiendo del tipo del parto, el primer contacto al nacer y el tipo de lactancia, se irá estableciendo la configuración del microbiota.

La mayor parte de estos microorganismos se concentran en el colon y de aquí que sea también tan importante la salud de estos aliados en la lucha de enfermedades como la enfermedad intestinal inflamatoria, síndrome de fatiga crónica, obesidad, colitis y, por supuesto, el cáncer de colon, objetivo primordial de la batalla que cada día libramos en MiWEndo.

En otros posts de este blog ya hemos hablado de la estrecha relación entre el cáncer colorrectal y la alimentación. De hecho, este vínculo pasa necesariamente por mantener un equilibrio adecuado entre las colonias de microorganismos que habitan en nuestro sistema digestivo y, para ello, la fibra dietética puede ser nuestro gran aliado.

La fibra dietética la podemos encontrar fácilmente en frutas, verduras, granos enteros y legumbres. Esta fibra es el alimento principal de los microorganismos y gracias a ella se pueden desdoblar y fermentar para obtener energía. La ingesta recomendada de fibra diaria es de 38 gramos en hombres menores de 50 años y 30 gramos si superan los 50. Para mujeres es de 25 g y 21 g, respectivamente. Además, hay que saber que las fibras pueden ser poco fermentables, parcialmente fermentables o muy fermentables. De todas estas, la fibra fermentable es la que se considerada un prebiótico que estimula el crecimiento y la actividad de estos microorganismos. El motivo es que es más bioactiva ya que durante la fermentación produce gases y ácidos que favorecen la homeostasis. De hecho, existe amplia evidencia científica de que su consumo estimula el crecimiento de los beneficiosos microorganismos que nos protegen de estas enfermedades del colon.